POR QUÉ SALIMOS A LA CALLE Y LAS MEDIAS VERDADES DE NUESTRA PRESIDENTA.

Las declaraciones de la Señora presidenta de la Junta de Andalucía en las Jornadas que conmemoraban los 130 años del PSOE en Cádiz publicadas en “El Mundo”, sin dejar de tener su pequeña conexión con la realidad, distan mucho de ser su fiel reflejo al contarla de forma incompleta. Estas declaraciones, sin desperdicio (que muestran su nula intención de reconocer los graves problemas de la Sanidad Andaluza y por tanto para darles solución) precisan además importantes puntualizaciones. Iremos párrafo a párrafo.

Reconoce, tímidamente, la necesidad de mejorar SOLO dos cosas: “más gente en urgencias y las listas de espera”. Dos temas que, siendo gravísimos (por su repercusión en la salud y la vida de los pacientes) cita de pasada, como restándoles importancia, pero que, además no son para nada los únicos existentes, ni en Huelva, ni en el resto de Andalucía. Citando por ejemplo nuestra provincia, la ausencia de ambulancias para transporte de críticos exclusiva, siendo compartida la única existente con la provincia de Sevilla; la falta de equipos del 061 en la Sierra para atender las urgencias y emergencias; la falta de pediatras que atiendan al 60% de los niños onubenses; la ausencia de CHARES; de maternoinfantil; de Centros de salud dignos, de personal de todas las categoría, lo mismo en Atención primaria que en hospitales, de unidad de ICTUS, de unidad del dolor, los problemas con los medicamentos y la nefasta fusión hospitalaria que ha dejado a los hospitales de Huelva sin las especialidades mínimas que permitan la atención integral de los pacientes. ¿Se le han olvidado Doña Susana?.

Se permite decir, sin pestañear, que mejorar esos temas no da a lugar «a que nadie juegue con la garantía de la igualdad ante la vida» cuando han sido ella y su gobierno los que con su nefasta gestión han acabado con la igualdad, la equidad y la accesibilidad de los andaluces a un servicio Sanitario Público de Calidad. Estableciendo graves diferencias no solo con el resto de los españoles sino dentro de la propia Comunidad Andaluza.

Reivindica todo lo que su partido ha hecho por la sanidad. Faltaría más que estuviéramos como hace casi 40 años, los que llevan gobernando Andalucía, aunque sus acciones han sido claramente insuficientes dejándonos a la cola de España.

Andalucía es la CCAA que menos invierte en sanidad por habitante, que menos camas, menos facultativos y menos dotación tecnológica tiene por habitante. La de mayor índice de precariedad laboral con un 40% de los profesionales sanitarios contratados como eventuales, hasta hace nada renovando sus contratos mes a mes y al 75 % obligándoles en muchos casos a hacer un 100% de jornada sin cobrarla (algo que no ha ocurrido en otras CCAA). Y a Huelva, en la cola de Andalucia. Llevamos alrededor de 14 años esperando los CHARES, 10 años el maternoinfantil, los centros de salud de Gibraléon, Valverde, Isla Chica, los equipos de 061 para atender las urgencias en la sierra, etc, etc

Denuncia que “algunos están intentando deteriorar la Sanidad Pública Andaluza”. ¿Se refiere a los movimientos ciudadanos, que lo único que hacemos es diagnosticar y denunciar la situación real de una sanidad Publica andaluza enferma, al borde del colapso, para aplicarle el tto que precisa? ¿O se refiere a su gobierno quien no sólo lo ha intentado sino que lo ha conseguido? Podría aclararnoslo.

Se sorprende de las actuales denuncias cuando se guardó silencio «durante los siete años de crisis económica», en la que «los trabajadores (del SAS) ganaban menos, que había médicos y médicas, enfermeros y enfermeras, que cobraban un 25 por ciento menos porque tenían un 25 por ciento menos de jornada para que no se despidiese a nadie», mientras que en otras comunidades autónomas, según indicó «se estaba despidiendo a mansalva» a profesionales sanitarios en plena crisis económica.

Pues se lo intentaré explicar:

Los profesionales guardaron silencio por cuatro razones: primero por responsabilidad. Sabiendo la importancia de nuestro trabajo y la gravedad de la situación económica, nuestras protestas fueron escasas. Segundo, por la política del miedo desarrollada año tras año. Cuanto más precaria es la situación económica y laboral menos se levanta la voz ¿verdad? Tercero, porque muchos se fueron a otras CCAA o incluso otros países. Hasta Portugal ha ofrecido mejores condiciones laborales y retributivas que la Junta de Andalucía. Aquí no se despidió, es cierto. Sólo no se renovaron los contratos. Para el trabajador es lo mismo, para Doña Susana no. Un eufemismo. (Por cierto tampoco es cierto que en otras CCAA se despidiese, o no renovase como dice la Junta, más a mansalva que aquí) y cuarto, porque el apoyo en las reivindicaciones laborales contra la Junta de algunos sindicatos son y han sido bastante tibias, ellos sabrán las razones.

¿Y la población? También por, al menos, otras cinco razones: Primero probablemente porque la situación del Sistema Sanitario Público Andaluz nunca había estado en una situación tan crítica. Años y años sin suficiente inversión y sin suficientes profesionales, deterioran hasta a la “mejor joya”. Segundo porque se había, poco a poco, acostumbrado a ese deterioro progresivo, resignándose a sufrir largas listas de espera o buscando respuesta en la sanidad privada. Tercero porque su política de propaganda ha sido muy eficaz. Es más fácil publicitar una buena sanidad que realmente tenerla. Y sólo los enfermos, los que usaban el sistema, tenían una idea real de la situación (pero por desgracia más pronto o más tarde todos necesitamos usar la sanidad pública y después de tantos años a la propaganda cada vez le cuesta más encubrir la realidad) Cuarto, porque en esta sociedad se había perdido la idea que que los políticos están para servirnos y de que la sanidad no es un regalo GRATUITO de los mismos, sino que la pagamos con creces con nuestros impuestos.

Y hay más razones, las redes sociales que obvian su control de los medios de comunicación, la aparición de personas como Jesús Candel valientes que muestran la posibilidad de que David venza a Goliat, de rebelarse ante el Status quo. La unidad, el fin del enfrentamiento entre profesionales y pacientes en ocasiones incluso promovido por la propia administración, que evitaba ver a los verdaderos responsables, etc, etc.

Seguro que hay muchas más razones. En Huelva además, salimos ahora porque queremos, al menos, ser igual que el resto de andaluces y si pudiera ser como el resto de españoles. No parece mucho pedir ¿verdad?

Lamenta también nuestra presidenta que «ahora, que se están abriendo hospitales, que se les ha pagado (a los trabajadores) el cien por cien de la jornada (reconoce implícitamente que antes no se hacía), que se van a meter a 3.000 personas (se han perdido entre 2009 y 2014 unos 6.000 según datos de la propia Consejería) y que a 15.000 eventuales se les va a hacer interinos (algo que no hacen por su excelsa bondad, sino por obligación. Porque varias sentencias de la Unión Europea y del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía les han obligado a ello) salgan las mareas blancas (aclarar que no somos mareas de ningún tipo, somos movimientos ciudadanos, sin vinculación política) a la calle a deteriorar la imagen (la imágen claro, lo único que importa y que se deteriora cuando se conoce la cruda realidad. El oro vendido era en realidad oropel) Afirma que a “eso se llama hacer política a costa de la salud de las personas, y por ahí no vamos a pasar”. Totalmente de acuerdo con esta última afirmación, sólo que son ustedes los que están haciendo política y los disfrutan de su puesto a costa de los impuestos y la salud de las personas. Ah, los ciudadanos tampoco vamos a pasar por ahí.

Alguna vez llega la hora de pedir, la de exigir que todas sus promesas se hagan realidad ya. Llevamos 7 años aguantando y las cosas tienen un límite, porque las fusiones hospitalarias, con sus objetivos estrictamente economicistas, han destruido la calidad de la asistencia. Cuando al parecer hay 500 millones más para sanidad (No cuando había que apretarse el cinturón) Cuando ya no podemos más, ni trabajadores ni pacientes. Cuando estamos hartos de su gestión de sus recortes tras recortes y su propaganda tras propaganda. De su prometer y no cumplir. De su Bla, bla, bla y su juego al despiste evitando responsabilidades, como los trileros ¿Dónde está la bolita?

Cuando conocemos que lo que cuenta son medias verdades ¿o medias mentiras? Juzguen ustedes